Un estudio retrospectivo recientemente publicado en Radiology y comentado en Medscape cuya meta fue comparar el riesgo de hemodiálisis y mortalidad a 30 días después de la exposición a material de contraste iodado isosmolar en 10673 pacientes, con el mismo número de pacientes que no recibió el contraste iodado, no encontró diferencias significativas en términos de deterioro de la función renal o daño renal agudo establecido por el aumento de la creatinina > 0,5 mg/dl desde el valor basal luego de 1 a 3 días de exposición al contraste iodado, diálisis de emergencia, y mortalidad a corto plazo. La exposición a material de contraste no constituyó un factor de riesgo independiente para diálisis aguda y mortalidad a corto plazo aún en presente de alto riesgo de nefrotoxicidad (insuficiencia renal aguda o crónica, diabetes mellitus o insuficiencia cardíaca congestiva).
Aún hay cautela con el material de contraste
La cautela sin embargo debe estar presente ya que el nivel de fortaleza de evidencia de este estudio es el propio de un retrospectivo de casos y controles, aunque las cohortes son grandes, y aún persiste oficialmente la recomendación de las guías de práctica clínica en cuanto a tener en cuenta el riesgo de nefrotoxicidad.
Sin embargo es verdad que los nuevos medios de contraste iodado iso-osmolares e hipo-osmolares son una opción válida y disponible que permite reconsiderar la re-evaluación del uso de estos agentes y su potencial como agentes nefrotóxicos, aún en pacientes con la función renal comprometida.