La albúmina es una proteína fundamental en la fisiología humana. Sus funciones biológicas son múltiples, entre las cuales tenemos el transporte de moléculas, la unión de proteínas, funciones antioxidantes, etc. La albúmina está relacionada fundamentalmente con la presión oncótica. Es un componente básico de la ecuación que refleja el equilibrio de fuerzas que permite mantener los volúmenes intra y extravasculares en homeostasis. Sus funciones bioquímicas y físicoquímicas podrían tener efectos beneficiosos en los pacientes críticos.
Aunque se ha buscado generar evidencia para su indicación en pacientes con sepsis severa y shock séptico no ha sido posible la conformación de una sólida base para ello. El estudio SAFE en 2006, sobre 7000 pacientes, aunque encontró que la albúmina al 4% era segura, no halló diferencia significativa en cuanto a superviviencia en general con la administración de la albúmina vs cristaloides. Un gran metanálisis de 30 estudios no encontró tampoco diferencias e incluso sugirió que el uso de albúmina podría ser perjudicial, aunque estudios pequeños planteaban un beneficio en pacientes críticos con niveles bajos de albúmina.
Uno de los problemas de la albúmina es el costo. Una dosis de albúmina cuesta 100 dólares americanos frente a los 2 dólares que vale la botella o la bolsa de 500 ml de solución fisiológica.
Acaba de publicarse en NEJM el estudio ALBIOS que buscó determinar si la administración de albúmina al 20% junto con los cristaoides tendría alguna influencia sobre resultados tales como la supervivencia a 28 días, la mortalidad a 90 días por cualquier causa o el desarrollo de disfunción de múltiples órganos. Para ello distribuyeron de manera aleatoria 1818 pacientes en 100 unidades de cuidados intensivos a recibir albúmina al 20% y cristaloides o solamente cristaloides. Aunque hubo diferencias significativas en términos de una presión arterial media más alta o un menor balance hídrico positivo en el grupo de la albúmina durante los primeros 7 días, no hubo diferencias significativas en cuanto a mortalidad a los 28 y a los 90 días, ni en los demás resultados secundarios, concluyendo por tanto que la adición de la albúmina a los cristaloides no mejoraba la supervivencia.
Es de notar que la albúmina en este estudio no fue administrada como reexpansor plasmático, sino con el fin de corregir la hipoalbuminemia. Es evidente la falta de efecto de la albúmina en la supervivencia general, pero también lo es la mejoría de los parámetros hemodinámicos. Es posible que este dato tenga que considerarse en el sentido de que la albúmina favorece una de varias condiciones necesarias pero no suficientes para lograr un resultado favorable en la sepsis severa y el shock séptico.
Puntos a tomar en cuenta:
- El elevado costo de la albúmina como recurso terapéutico
- La ausencia de efecto signficativo en los resultados principales (mortalidad y disfunción de múltiples órganos)
- El efecto positivo de la albúmina sobre el estado hemodinámico